Esta mañana mientras tomaba el desayuno y leyendo las primeras letras del periódico “El Mundo” no he dejado de preguntarme qué pasa con las mujeres, con los hombres y las parejas.
Toda mujer madrileña dedica los fines de semana a ir de shopping ya sea de ropa, zapatos e inmobiliario para las solteras, dicen que siempre la primera impresión es la que vale, aunque lo mejor es poder saborear una primera cita.
Cuando éramos adolecentes nuestros padres nos aconsejaban que debemos aceptar nuestras diferencias, porque a medida que vamos creciendo dejamos de disfrutar con las decisiones de los demás, para comenzar a juzgarlas, no dejo de preguntarme ¿si es la aceptación un concepto infantil? o es ¿En nuestra infancia cuando sabemos cómo vamos a vivir? En qué momento de nuestra vida dejamos de ser libres para comenzar hacer nosotras mismas, porque cuando aceptamos nuestra soltería comenzamos a casarnos con nosotras mismas es difícil meternos en la piel de una soltera por eso las solteras necesitamos ir de shopping para hacer nuestra vida más divertida aunque en realidad eso no siempre es importante.
La generación de jóvenes exenticos, cachas y poco inteligentes lo único que tratan de conseguir es llenar la lista de ligues y de polvos rápidos mientras que las mujeres llenan sus listas de relaciones largas y cortas o relaciones fracasadas y exitosas.
No dejo de preguntarme si encontraremos a esa persona a la que muchos llaman ¿pareja ideal? Pero por el momento debemos disfrutar cada minuto de todo lo que nos rodea ya sea la compañía de los hombres, el buen sexo o las típicas fiestas con las amigas y los “amigos”.
Como todo el mundo sabe, las relaciones son contadas, los momentos felices únicos e incomparables y difíciles de volver a repetir, pero lo que realmente es bueno, verdadero y delicioso es tener siempre una cita con un hombre diferente.
Somos liberales tanto hombres como mujeres y bastante adultos en muchos aspectos como para saber realmente lo que hacemos con nuestro cuerpo, con nuestro orgullo y nuestra reputación.
La mujer en un momento determinado pidió igualdad, pero lo que realmente nos olvidamos de hacer, fue subrayar algunos aspectos de la ley de igualdad, algunos aspectos a nuestro favor, como integrarnos en cualquier momento a grupos determinados sin ser excluidas por ellos “Los Hombres”.
Está claro que somos animales que hemos evolucionado con el paso del tiempo y que también somos racionales, aunque en ocasiones dudo mucho si ha servido el cambio, porque en la antigüedad la mayoría de los hombres estaban al pie de nosotras, si faltaba algo, y lo mismo hacia la mujer ahora con el nuevo siglo y con tanta modernidad tanto los hombres como las mujeres hemos cambiado, hemos perdido con el paso del tiempo y de camino a la modernidad lo que significaba el respeto, los buenos modales, las buenas costumbres, la familia pero sobre todo en una pareja la fidelidad y el amor: Esta llamativa y provocadora generación nos ha hecho olvidar lo que en realidad importaba, mentiría si digo que no pienso en la era antigua ¿hemos perdido por el camino aquello que en realidad nos hacia felices?
Está claro que no solo hemos perdido la chispa de la verdadera felicidad, hemos extraviado muchas más cosas de las que por el momento no nos hemos dado cuenta, pero con todo esto muchos hombres y mujeres han ganado experiencia, amistad, dinero. Relaciones esporádicas. La cuestión es: somos realmente nosotros ò queremos ser lo que no somos.
¿Y qué momento seremos los que un día fuimos?
