Mientras camino por la calle, me doy cuenta que no hay nada.
Madrid hoy esta triste y yo también, esto ya no es lo que era antes, hace frio y por ahora intento que las manos no se me congelen y que la tinta de este bolígrafo que me robe de un hotel de Toledo siga escribiendo.
Ayer lo vi y me hizo sonreír, me puse tan contenta que solo quería abrazarlo.
Mientras sigo escribiendo, me acuerdo de el por diferentes cosas y causas una de ellas fue una noche que buscábamos un restaurante y me llevo a uno muy elegante propio de él, por unos instantes me sentí su mujer, suya solo él y yo sin intermediarios ni terceras personas.
Mientras cenábamos, yo observaba y escuchaba, los poemas y poesía de unos escritores, el me miro sonrió y se levanto para saludar a los escritores y les comento que yo escribía, eso gesto me resulto muy agradable y después de las presentaciones mutuas me obsequiaron el libro de poemas aun sin publicar ni vender.
Todo era agradable porque estaba con él.
Una vez un hombre dijo que, uno no sabe lo que tiene: si no hasta que lo pierde y ahora me doy cuenta de ello.
Como iba a imaginar que la experiencia de una persona vale mucho.
Si Pablo Neruda pudo escribir ¡me gusta cuando callas porque estas como ausente!! Yo puedo escribir háblame mientas te miro y tócame para saciarme , y si el pianista de la peli sobre guerra con Alemania sobrevivió en un estado crítico y pasando todo tipo de barreras porque , porque yo no voy hacer capaz de pasar barreras con el ¿ quién me lo impide ?
No dejo de preguntarme qué paso . . . . . . . El corazón es un aliado o un contrincante. .¿?
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